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Información para epacientes de cáncer de mama

Una vez se han realizado las pruebas diagnósticas, todos los casos deberían ser valorados en un comité multidisciplinar con la participación de cirugía o ginecología, oncólogo médico, oncólogo radioterápico, cirugía plástica, radiología, anatomía patológica, entre otros, para planificar la mejor estrategia en cada caso. 

Los tratamientos locales son todos aquellos tratamientos que se realizan sobre una zona determinada del cuerpo, por ejemplo: la mama, la axila, un hueso, etc. 

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La cirugía

Las diferentes cirugías generalmente están indicadas cuando la enfermedad está localizada en la mama y no existe extensión a distancia. En casos seleccionados de enfermedad avanzada, su médico puede indicar una intervención quirúrgica para optimizar el tratamiento o aportar más detalles al diagnóstico cuando éste sea dudoso.

Existen dos tipos de tratamientos quirúrgicos para el tumor primario: tumorectomía y mastectomía. El realizar una u otra depende sobre todo del tamaño del tumor, del tamaño del pecho y de los deseos de la paciente, además de algunos otros factores que el cirujano debe valorar.

1) Tumorectomía: es la resección del tumor, dejando el resto del tejido mamario sano. Es un tratamiento conservador de la mama que elimina el tumor con un margen de seguridad y mantiene el resto del pecho. La principal ventaja de este tratamiento es la conservación de la mama y una recuperación más rápida por ser una cirugía menos agresiva. Salvo excepciones, este tratamiento debe completarse con radioterapia para reducir el riesgo de recurrencia de la enfermedad.

2) Mastectomía: es la resección completa de la mama. Es una cirugía radical, más agresiva y el postoperatorio precisa de mayores cuidados. Al eliminar la mayor parte del tejido mamario, se reduce significativamente el riesgo de recurrencia y además se extraen posibles lesiones premalignas. 

La reconstrucción de la mama puede ser inmediata o diferida. Existen tres tipos de reconstrucción: colocación de implantes mamarios, utilización de injertos de la propia paciente (pueden ser de tejido muscular o tejido graso) o reconstrucción mixta. Su médico le propondrá la mejor opción en su caso, teniendo en cuenta los tratamientos que va a recibir y aspectos anatómicos, entre otros.

Cuando no exista evidencia clínica de afectación ganglionar previa a la cirugía; es decir, no se palpan ni se observan en las pruebas de imagen ganglios aumentados de tamaño, y/o la ecografía, con punción del ganglio sospechoso, es negativa para células cancerosas, se realiza la biopsia selectiva del ganglio centinela.

Se considera el ganglio centinela el primer ganglio al que drena el tumor mediante el sistema linfático. Para localizar este ganglio es necesario inyectar un marcador en el área alrededor del tumor (ya sea un colorante o un fármaco radioactivo). Tras un determinado tiempo es posible localizar dicho ganglio o ganglios para analizar la presencia de células malignas en él. La técnica del ganglio centinela evita un número importante de las molestias a nivel de la axila que aparecen cuando se deben de extraer más ganglios.

En los casos en los que se confirma la afectación de los ganglios por células malignas, durante la intervención quirúrgica del tumor primario, se realiza también la extracción de los nódulos linfáticos axilares, linfadenectomía o vaciamiento ganglionar axilar. En algunos casos seleccionados, en los que únicamente la biopsia del ganglio centinela es positiva se puede valorar omitir la linfadenectomía. 

El efecto secundario más frecuente de este procedimiento es el linfedema, que es la hinchazón o inflamación del brazo donde se ha realizado la linfadenectomía secundario a la alteración del drenaje linfático. La técnica del ganglio centinela evita la aparición de linfedema en el brazo en la mayoría de los pacientes. 

3) Metastasectomía: En algunos casos muy seleccionados, cuando existe enfermedad avanzada, se puede considerar la metastasectomía o resección de una metástasis de un órgano. Esto se realiza para optimizar el tratamiento de los pacientes, para obtener un diagnóstico definitivo cuando no es posible por otras técnicas o en ocasiones  cuando existe una complicación local derivada de una metástasis.

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