La marcha nórdica se está convirtiendo en uno de los deportes más practicados entre las pacientes de cáncer de mama. Aunque datamos su auge en España aproximadamente desde hace 5-6 años, su extensión ha aumentado durante la pandemia, gracias a que se trata de una actividad física- recreativa al aire libre y por tanto, de las pocas que se ha podido continuar durante el estado de alarma en España.
Se trata de un ejercicio físico de bajo esfuerzo percibido por la paciente, por el hecho de utilizar los bastones pero que por el contrario, moviliza grandes grupos musculares y con un gasto energético bastante más alto que cualquier otra actividad. Se puede practicar de forma individual una vez adquirida la técnica, pero la realización de esta actividad de forma grupal tiene grandes beneficios no sólo en aspectos físicos si no a nivel psicosocial, aumentando la adherencia del paciente a los programas de ejercicio.
Técnica
A la forma natural de caminar le añadimos unos bastones que sirven como elemento de soporte repartiendo el peso del cuerpo en dos puntos más de apoyo y además el uso de los bastones de forma activa y en posición diagonal nos sirve y ayuda a la propulsión hacia delante.
En el movimiento natural de braceo al caminar añadimos el uso activo de los bastones que activan la parte superior del cuerpo . Este movimiento de braceo parte desde el hombro. Cuando apoyamos el bastón y continuamos nuestro desplazamiento con el braceo hacia detrás, la mano se abre ligeramente, recogiendo el bastón de nuevo en el braceo hacia delante.
Existen diferencias con el senderismo o trecking en cuanto al uso de los bastones que en este se utilizan en posición vertical. Por otro lado el bastón de marcha nórdica está provisto de una dragonera que permite que este siempre vaya unido a la mano y se realice una técnica correcta.
Beneficios
Si tenemos una buena técnica, uno de los principales beneficios es la mejora del linfedema producido en mujeres que han sido sometidas a una disección de ganglios axilares. El gesto de abrir y cerrar la mano durante este braceo de forma natural, facilita la la circulación linfática y activa el retorno venoso.
Otro de los beneficios es el aumento del rango de movimiento de la articulación del hombro, que en muchas ocasiones se ve afectada por la cirugía y los tratamientos oncológicos.
Además, activamos la musculatura del tren superior, no únicamente la de los brazos sino que también trabajan los músculos estabilizadores del troco. Los bastones nos van a ayudar a corregir la postura corporal.
Por último, dado que es una actividad al aire libre y a menudo se realiza en grupo, proporciona beneficios de sociabilización, convirtiendo el ejercicio físico en un momento de ocio y diversión. También facilita la normalización de la enfermedad, lo que se traduce en mejoras psicosociales tales como la reducción de depresión y ansiedad o la mejora del estado de ánimo y social. En definitiva, tiene un efecto positivo sobre la calidad de vida de las pacientes de cáncer de mama.
La Marcha Nórdica es una actividad física - recreativa al aire libre, segura, eficaz, simétrica y con muchos beneficios para los pacientes de cáncer de mama. No obstante, es muy importante que el paciente antes de empezar cualquier tipo de ejercicio consulte con los profesionales sanitarios y especialistas en Ciencias del deporte para prescribir que tipo de ejercicios es el más recomendable según sus características individuales y poder adaptar intensidad, tiempo y frecuencia.