Cuidados del paciente durante la radioterapia

D009
La colaboración de los pacientes durante el tratamiento puede ayudar a que éste sea más efectivo y menos tóxico.

Las medidas a seguir a lo largo de su tratamiento son:

Hidratación mediante alimentación y cremas. Pedir asesoramiento. En el caso de radiodermitis a lo largo de las sesiones, es decir irritación de la piel a causa de la radioterapia, nunca automedicarse.
Ropas amplias de fibras naturales favorecen la transpiración de la piel.
Aplicar cremas después de la irradiación, no antes.

Hidratación mediante líquidos, frutas, etc.
Dieta mediterránea. No conviene seguir dietas restrictivas en este momento a no ser por necesidad del propio tratamiento. La dieta mediterránea rica en frutas, verduras, legumbres, carnes, huevos, pescados… de un modo equilibrado, es necesaria para poder reconstituir nuestro organismo.
Mantener peso y contorno es fundamental debido a la importancia de reproducir la misma posición a diario.

La vejiga debe mantenerse igual para el TAC de simulación que para las sesiones de radioterapia. De no hacerlo, aumentamos el riesgo de complicaciones. La situación ideal es conformatablemente llena. Es decir, conviene vaciarla y llenarla cada día con la misma cantidad cómoda de tolerar por el paciente, al ejecutar el tratamiento.
El recto conviene que esté vacio en casi todas las situaciones. Consultar siempre con su equipo de profesionales. Si no existe regularidad intestinal a lo largo de los tratamiento se deben seguir unas pautas dietéticas, mediante dieta blanda y rica en fibras que le facilitarán en su hospital. Con la finalidad de reducir riesgos a largo plazo conviene que el paciente adquiera este compromiso del mismo modo que sigue una pauta farmacológica.

Intentar no fumar, o reducir el consumo. Solicitar ayuda en su centro hospitalario para la deshabituación tabáquica.
Realizar ejercicios respiratorios. Sobretodo en aquellos tratamientos que requieren de unas características especiales a la hora de ser aplicados. Existen tratamientos de radioterapia que se aplican en apnea respiratoria o siguiendo ritmos respiratorios determinados. Todo ello, recordemos que es para reducir toxicidad en órganos circundantes y poder aplicar mayores dosis de radiación.

Programar la actividad diaria resulta beneficioso a lo largo de los días. Esi mportante conocer que las necesidades del cuerpo cambian a lo largo de todo este proceso. Es fundamental aceptar este cambio y reajustar la actividad diaria.
El ejercicio moderado durante las sesiones de radioterapia favorecerá la tolerancia mejorando la calidad de vida.
Dormir las horas necesarias y solicitar ayuda al equipo en caso de imposibilidad.

Es importante respetar bien los horarios pactados, tanto para la ejecución de las sesiones de radioterapia como para la suma de otros tratamientos. Del correcto horario se definirá el resultado esperado.
En caso de intolerancias o indisposiciones, consultar con el equipo sanitario antes de suspender el tratamiento.
No automedicarse. Buscar siempre asesoramiento.