El cáncer de mama se origina cuando las células en el tejido mamario crecen de manera descontrolada. En algunos casos, esas células cancerosas pueden viajar a través del torrente sanguíneo o el sistema linfático y asentarse en otras áreas del cuerpo, proceso conocido como metástasis. A diferencia de los estadios tempranos del cáncer de mama, donde el tratamiento puede enfocarse en la curación, el cáncer metastásico se considera crónico. Esto significa que, aunque no se puede erradicar completamente, puede ser manejado con terapias para retrasar su crecimiento y aliviar los síntomas.
¿Cómo se diagnostica?
El cáncer de mama metastásico suele diagnosticarse a partir de exámenes de seguimiento en pacientes que ya han sido tratados por cáncer de mama en etapas anteriores. Sin embargo, en algunos casos, la primera manifestación de la enfermedad puede ser una metástasis. El diagnóstico se confirma mediante pruebas de imagen como tomografías, resonancias magnéticas o PET-CT, y análisis de biopsias que identifican la presencia de células cancerosas en otros órganos.
¿A qué órganos afecta comúnmente?
Las localizaciones más frecuentes del cáncer de mama metastásico incluyen(1):
- Huesos: Esta es la zona más común de metástasis y es la localización más frecuente en los subtipos hormonal positivos. Puede causar dolor óseo, fracturas y otras complicaciones (2).
- Pulmones: La afectación pulmonar puede dar lugar a dificultad para respirar, tos persistente o dolor en el pecho.
- Hígado: Las metástasis hepáticas pueden producir síntomas como ictericia (piel amarilla), fatiga y dolor abdominal.
- Cerebro: Aunque menos frecuente, el cáncer de mama metastásico también puede llegar al cerebro, provocando dolores de cabeza, convulsiones o problemas neurológicos.
Un estudio canadiense Hagen Kennecke et all (2010), sobre 3.726 pacientes de mama seguidas durante 15 años, recogíó la frecuencia de aparición de las metástasis según subtipo de cáncer de mama y órgano. La siguiente tabla recoge algunos de los resultados presentados.
Sub-Tipo | Nº Pacientes | Huesos (%) | Hígado (%) | Pulmones (%) | Cerebro (%) | Otros (%) |
Luminal A | 1.639 |
18,7 |
7,9 | 6,7 | 2,2 | 16,1 |
Luminal B | 893 | 30,4 | 13,8 | 13,4 | 4,7 | 32,4 |
HR+ | HER2+ |
244 | 30,9 | 21.3 | 17,7 | 7,9 | 33,1 |
HR- | HER2+ |
266 | 30,1 | 23.3 | 24,1 | 14,3 | 38 |
Basal Like | 367 | 16,6 | 9.3 | 18,5 | 10,9 | 40,4 |
Triple negativo | 318 | 15,1 | 10.7 | 12,5 | 7,2 | 30,7 |
Opciones de tratamiento
Aunque el cáncer de mama metastásico no tiene cura, existen varias opciones terapéuticas que permiten controlarlo durante largos periodos de tiempo. El objetivo del tratamiento es reducir el tamaño del tumor, detener la propagación y mejorar la calidad de vida. Entre las opciones de tratamiento se encuentran: Terapia hormonal: Muchos cánceres de mama metastásicos son sensibles a las hormonas. Los medicamentos que bloquean la acción de los estrógenos pueden ralentizar el crecimiento tumoral. Terapias dirigidas: En algunos casos, las terapias que actúan sobre mutaciones genéticas específicas o proteínas relacionadas con el crecimiento celular, como HER2, son muy efectivas. Quimioterapia: Se utiliza para atacar las células cancerosas en todo el cuerpo. Es una opción frecuente cuando el cáncer es agresivo o no responde a las terapias hormonales. Radioterapia: Se emplea para aliviar síntomas específicos como el dolor óseo o problemas respiratorios causados por metástasis en los pulmones. Inmunoterapia: Aunque aún es un área en desarrollo, la inmunoterapia ha mostrado resultados prometedores en algunos tipos de cáncer de mama metastásico, estimulando al sistema inmunológico para atacar las células cancerosas.
Pronóstico y calidad de vida
El pronóstico para una persona con cáncer de mama metastásico varía ampliamente y depende de factores como el tipo de cáncer, la extensión de la metástasis y la respuesta al tratamiento. Aunque no existe una cura definitiva, muchas personas pueden vivir durante años con la enfermedad bajo control, gracias a los avances en las terapias. La clave está en la personalización del tratamiento y en un seguimiento continuo para ajustar las terapias a medida que el cáncer evoluciona.
Además del tratamiento médico, el apoyo emocional y psicológico es crucial para mantener una buena calidad de vida. Los pacientes suelen enfrentarse a desafíos emocionales como la ansiedad, el miedo y la depresión, por lo que es esencial un enfoque integral que incluya el acompañamiento de profesionales de la salud mental y grupos de apoyo.
La importancia de la investigación
El cáncer de mama metastásico es un área de investigación activa (3) y (4). Nuevas terapias y ensayos clínicos continúan explorando formas de mejorar el manejo de la enfermedad y prolongar la vida de los pacientes. El conocimiento de las mutaciones genéticas específicas del cáncer ha abierto puertas a tratamientos más precisos y efectivos. Los pacientes con cáncer metastásico también pueden optar por participar en ensayos clínicos, lo que les permite acceder a las terapias más recientes antes de que estén disponibles de manera general.
Referencias
(1) Metastatic Behavior of Breast Cancer Subtypes
(2) Bone Metastases and Metastatic Breast Cancer
(3) Avances científicos en cáncer de mama luminal 2023
(4) Avances científicos en cáncer de mama HER2+ y triple negativo 2023