Reconstrucción en cáncer de mama
La reconstrucción mamaria ha evolucionado mucho desde sus inicios y se han solventado muchos de los inconvenientes que existían. Sin embargo, todavía queda mucho trabajo por hacer para llegar a la reconstrucción ideal y el material idóneo.
¿Cuándo se realizará la reconstrucción?
Existen dos tipos de cirugía teniendo en cuenta el momento en que se realiza la reconstrucción. Por un lado, está la cirugía inmediata que es la que se realiza en el mismo momento en el que la paciente recibe la cirugía de extracción del tumor. Y por otro, la diferida, que se da cuando en una primera cirugía se hace la extracción el tumor (mastectomía) y posteriormente (seis meses, un año, dos años o veinte años) se realiza la reconstrucción.
No hay una mejor que la otra, para cada paciente se decidirá si es mejor hacerlo de forma inmediata o diferida.
Tanto en diferida como en inmediata, la reconstrucción mamaria en pacientes de cáncer de mama es un proceso que se compone de varias cirugías. De hecho, existe una media de 2,3 cirugías en la reconstrucción de la mama. En base al tipo de cirugía y a las particularidades de cada paciente, serán más o menos, pero prácticamente nunca se va a restringir a una sola cirugía.
Según el material utilizado para la reconstrucción podemos distinguir entre prótesis y tejido propio. Algo que es importante destacar es que sea del tipo que sea, se recomienda abstinencia tabáquica total. El tabaco es el gran factor de complicaciones en la reconstrucción mamaria.
Tejido Propio
El tejido propio es también denominado como reconstrucción autóloga porque es del propio paciente.
Ventajas
- Habitualmente, las pacientes se sienten cómodas con este tipo de reconstrucción.
- La textura acostumbra a ser relativamente blanda lo cual permitirá más simetría en las intervenciones unilaterales.
- Se trata de una mama que tiene vascularización por lo que tendrá la temperatura corporal.
- La dinámica es más parecida a la natural.
- Regenera los tejidos dañados. Esto significa que se puede aplicar incluso cuando hay tejidos delgados, ha habido radioterapia o existen cicatrices que puedan comprometer la calidad de esta piel.
Inconvenientes
- El principal inconveniente es que se ha de intervenir y producir cicatrices en otra parte del cuerpo para obtener el tejido.
- El efecto isla cutánea puede ser otro inconveniente. Cuando se coloca en la mama se ve como un “parche”, es decir, alrededor del tejido se va a ver una cicatriz y un cierto cambio de textura y color.
- Cuando se realiza con técnicas de microcirugía vascular, si en el empalme de arterias y venas del tejido que se trasplanta se da algún problema, se puede perder por completo la reconstrucción. Esta posibilidad oscila entre el 2 y el 5% de los casos. Aunque la probabilidad es baja, cuando sucede puede ser muy frustrante para las pacientes.
El colgajo
Un colgajo es una porción de piel y grasa con arteria y vena propias que se trasplanta de una zona del cuerpo a otra. Este trasplante a veces requiere hacer empalmes de arterias y venas con pequeñas suturas al microscopio. Esta técnica es muy delicada.
Estos colgajos se pueden obtener de muchas zonas del cuerpo. Hoy en día se han descrito una gran cantidad de zonas como donantes:
- TAP, espalda
- SGAP, parta alta del glúteo
- IGAP, parte baja del glúteo
- TUG, PAP, parte interna del muslo
- DIEP, SIEA, abdomen
La más utilizada es la DIEP, con el colgajo obtenido del abdomen, y es el primero que se considera para una reconstrucción tras mastectomía. Es el que se considera más parecido a la mama en cuanto a textura y comportamiento. En función de la idoneidad de cada paciente se consideran las diferentes partes del cuerpo.
La parte interna del muslo proporciona menos volumen que el abdomen. Sin embargo, hay pacientes que, por su anatomía, el abdomen no les proporciona suficiente volumen o los vasos sanguíneos no son los óptimos para obtener todo el volumen que deseamos. También se puede dar el caso en que la paciente ya se haya sometido a una cirugía DIEP y tenga un segundo tumor en la mama. Es normalmente en estos casos que se recurre a la parte interna del muslo cuando realmente hay volumen. No todas las grasas del cuerpo son iguales, sino que ésta es un poco más trabeculada y un poco más firme una vez que se implanta en la mama. Es una opción en auge.
En mamas muy grandes y tumores localizados, se puede sacar el tumor y remodelar la mama con el tejido que queda.
Por otro lado, existe el injerto de grasa. Es el gran comodín en reconstrucción de cáncer de mama. Permite reconstruir también en mastectomía, aunque no es la primera indicación ya que se requiere mucha grasa en varios tiempos quirúrgicos. Es una minoría, pero se puede aplicar en aquellas pacientes que tras una mastectomía conservan el marco del escote y parte inferior. Se utiliza frecuentemente para retocar los otros tipos de reconstrucción mamaria, sobre todo en la zona del escote y parte superior donde a veces carecen de volumen.
Existen posibles complicaciones como en todas las intervenciones. En el caso del colgajo, la más temida es la necrosis: no llega suficiente sangre a una parte del colgajo y éste se pierde, o incluso puede no llegar a todo el colgajo y se pierde entero. También pueden haber efectos secundarios en la zona donante. Por ejemplo, un abombamiento en el abdomen cuando tras adquirir arterias y venas de ese trozo de piel, el músculo queda debilitado. Es más común en pacientes con sobrepeso.